Un día, platicando en una fiesta, descubrimos una delicada pero innegable relación estética entre Dylan McKay, de Beverly Hills 902010, y Kurt Cobain, de Nirvana. Nos pareció un tema muy importante, y decidimos seguirle la pista y compartir los resultados. Inmediatamente nos dimos cuenta de que ese hallazgo era apenas la punta del ice(pop)berg. El pop necesita ser investigado, nos dijimos, y así surgió ENSAYOSUAVE; un blog en el que analizaremos temas fundamentales de la cultura pop. ENSAYOSUAVE es un POPTART crítico que nos hará descubrir redes ocultas dentro de un universo en alto contraste. Una LOLLYPOP que satisfará nuestras reventadas papilas, un POP-EYE impactado frente a la pantalla de una lap-t(p)op, veinte veloces dedos bailando POPPING sobre un teclado luminoso.

ENSAYOSUAVE es un nuevo tipo de ensayo.

Un ensayo suave, fresco, cool, indiferente, pero vital.

ENSAYOSUAVE ES EL POP.

Thursday 16 June 2011

MANHATTAN

SOMOS SOLO UNOS NIÑOS

Nunca fui a Nueva York, pero te imagino caminando por ahí. Me he hecho cortes de pelo imitándote, así como tu alguna vez te inspiraste en Keith Richards, el día que te cansaste de tu corte folk.

Te conocí, yo ya grande, lamentablemente, fuiste a Buenos Aires y un día después de tu concierto supe quien eras, ojalá hubiera sido antes seguro me hubieras dado una vuelta mas en la cabeza.

Tengo una prima que dice ser tu fan, dice inspirarse mucho en ti y aparte presume haber nacido el mismo día que tu, pero mucho no le creo. ¡Qué tiempos aquellos donde ser artista era otra cosa, ahora todos lo somos o vamos de eso!

De nuevo en Buenos Aires, después de buscarlo en México y no encontrarlo, me topé con tu libro: “Éramos unos niños”. ¡Qué locura!, viajé a Uruguay y una pareja que conocí también estaba picada con él. Regresé a México y el primer amigo con el que me encontré me lo presumió, pero la versión gringa, confieso que me dio rabia cuando la vi, tiene mas fotos y una parte mas.

Leerlo fue maravilloso. ¿Cómo haces para acordarte de todo lo que viviste, de toda tu ropa, tus objetos, los momentos? ¡Si!, seguro todo era mas intenso. Cómo alargué las últimas páginas, sería porque sabía el final y no quería llegar

Eso que vivías con Robert, era amor de verdad, ¿no? ¿Pero tiene que ver con la pasión con la que viviste todo o con el deseo de fama que compartían?

Conforme te iba leyendo pensaba que todo era maravilloso, que me podía identificar con cosas y anhelar el amor como tu lo viviste, pero que nunca he pensado en ser famosa, o que en estos tiempos pensar en fama no es lo mismo que en ese entonces. Qué difícilmente te podrías ganar un título parecido a “la madrina del punk”, ahh bueno tengo una amiga a la que le dicen “Indie Mama”, si lo tengo que comparar con algo. Creo que estamos en una época en que solo los futbolistas entienden de fama. En ese sentido somos solo unos niños, imitando vivir a tu manera, sabiendo que nunca será igual, imaginando a la colonia Roma como nuestro Manhattan.

Por lo pronto yo a veces me paseo con mi camiseta de FUCK THE CLOCK, nostálgica de algo que nunca viví, pero que por algún motivo nos haces sentir como si lo hubiéramos hecho.

Anabella Pareja Robinson

ADOLESCENCIA EN MANHATTAN

Hace unas semanas, Anabella Pareja (mi blogmate, como ya sabrán los que nos leen), me prestó un libro: Éramos Unos Niños, de Patti Smith. Una Historia de su vida con Robert Mappletorp en el NuevaYork de los 60’s 70’s. Aquella fue una época mítica en la que todo pasaba. Todo el mundo moría de hambre (se podía vivir en Manhattan siendo pobre), y todos los grandes actores del arte contemporáneo se conocían completándose mutuamente los centavos para el café, o escabulléndose para no pagar la renta ya atrasada en el legendario Hotel Chelsea. Recitando poesía en algún tugurio nocturno, recolectando basura para un collage, o intentando entrar a la sala VIP del Max’s Kansas City, donde la corte de la Factory se daba cita. Desde William Burroughs hasta Jannis Joplin, todos se cruzaban. Todos sabían que esa era su época. que el tiempo les pertenecía.

En cuanto tuve el libro en mis manos, comencé a leerlo como un obseso, y el primer día me dormí a las 6 de la mañana, sin poder parar. Los siguientes días leí muy brevemente, y ahora hace quizá un par de semanas que no lo abro. Me da tristeza que se acabe. Siento que, al acercarme al final, contribuyo a que esa época increíble se desvanezca, a que Robert muera. Soy un cómplice de su historia, a la vez menos y más involucrado de lo que me gustaría.

Me encanta pensar en la seguridad que siempre tuvieron ambos en su arte, en su manera de vestir, en sus cortes de cabello tan fuera de época; en su irreverencia, e incluso en sus injurias a mas de un incauto. No sólo querían hacer Arte, no solo tenían cosas importantes que decir. Querían ser famosos, rockstars, y lo tenían bien claro. Fueron por ello y lo consiguieron, sin importar cuantas veces fuera necesario pasar por encima de si mismos, o de otros. La antítesis del modelo romántico, para el que esa carrera por la fama significaría un ultraje a su condición de artista como ente sagrado. ¿O, no?

Aún así, nunca dejaron el romanticismo de lado. Una nueva generación, que reinventó la noción sacrificial del artista, y la insertó en el sueño americano. Una nueva manera de ver la espiritualidad, la entrega del artista romántico, que no se lleva mal con los anuncios espectaculares, con las disqueras, o con las cenas de galeristas en el upper east side.

Acaso todos estamos siguiendo los pasos de esa generación? acaso todos queremos ser profundos, pero profundamente cool, a la vez? Que tanto la forma inusual en la que me ato las botas definirá el futuro de mi carrera?

Robert, Patti: denme una señal

Juanfran Maldonado



2 comments:

  1. Quiero pensar que yo soy el amigo que tiene la versión gringa más bonita que la de Ana Pair porque si alguién tiene una edición más linda que la mía, con más fotos y así... me voy a sentir mal!

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